Los días 22, 23 y 24 de febrero estuve en Madrid, en unas jornadas para profesionales de la comunicación. Unos días intensos de presentaciones, charlas y debates.
“Motivación y trabajo en equipo” era el título de una de las sesiones, y les confieso que me encantó.
Ese día desayunaba con el conferenciante, Jaime Pereira, un tipo de unos cincuenta, de aspecto impecable, y con un historial profesional envidiable. La sesión comenzaba a las 10:00, y tras la charla matutina que mantuvimos, sabía que aquello prometía.
Los argumentos para defender y enseñar a trabajar en equipo, son diversos, pero quienes los transmiten, no puede dejar de hablar de la importancia del diálogo, del debate, de la necesidad de marcarse objetivos, de qué es lo necesario para ser un buen líder y lo más importante, cuáles son las claves del éxito.
Parece cosa de gurús, pero hablamos de pautas sencillas, de objetivos, de una actitud mental positiva, de autodisciplina, de sacar el máximo partido a los recursos que tengamos y claro está, de pasar a la acción.
Pautas que son fácilmente aplicables a cualquier faceta de nuestra vida, tal es así, que para hablarnos de todo esto, Jaime se sirvió de la experiencia personal y sobre todo profesional, de un hombre. De Nil Bohigas: el primer hombre en cruzar sólo el Polo Norte, el primero también en subir el K10 y tirarse después desde allí en parapente, y el primero en realizar una maratón en el desierto.
Un tipo de grandes retos, este Nil, ¿no les parece?
Así que cuando el día 24 llegué al estudio, no pude evitar buscar más sobre él, amén de la “h” del apellido, que me comí al anotar sus datos, pero como Google lee entre líneas, voilá, allí estaba el gran Nil.
Un catalán “curtido en mil batallas”, que tras experiencias tan extremas, ha sacado en claro valores como la autoconfianza, la seguridad, la motivación, la capacidad de ilusionarse, de superar dificultades por muy complejas que puedan ser, y la de valorar las cosas más insignificantes, según ha explicado en varias entrevistas.
Un deportista de alto nivel que ha sufrido duros percances. De los más sonados: su tercer intento de subida al Everest, donde tuvo que transportar el cadáver de un “sherpa”, sepultado por un alud; y donde sufrió una caída desde El Balcón (8.500 metros), en lo que fue un descenso de 500 metros rodando por una ladera helada.
Pero se ve que ante la adversidad, este hombre se crece. Y aquí fue donde entendí que Jaime lo tomara como ejemplo, porque autodisciplina, actitud mental positiva, multiplicidad de la eficiencia y búsqueda de un objetivo muy bien definido, le convertían en un hombre de éxito.
Claro que si a esto le unimos, su libro Hacer posible lo imposible, su empresa NO LIMIT, especializada en la creación y la gestión de eventos deportivos, y su faceta como conferenciante para altos ejecutivos. Nil: el deportista, el escritor, el empresario y el conferenciante, se transforma en un verdadero ejemplo a seguir, y quién sabe, quizá la próxima charla que reciba sobre superación personal en el trabajo, sea la suya.
Hope so!!! Y a seguir escalando la semana.
*Desde aquí les recomiendo que entren en la página NO LIMIT, y que desde “hallazgos deportivos en la red”, pondremos junto con aquellas que cité para hacer esas actividades no aptas para cardíacos.